Sí, ya sé que hace casi un año que no aparezco por aquí ni "jarta" de vino, pero ya sabéis que soy como los malos de las pelis de serie B: (léase con voz de malo de serie B) siempre vuelvo.
El título del post quizás resulte ilustrativo y quizás no, así que, mi más sentido pésame, voy a explayarme.
Resulta que el otro día, a finales de la última semana laboral, leí en una revista (cuyo nombre no voy a dar porque no me pagan para hacerles propaganda) un artículo acerca de un descubrimiento científico: han descubierto una sustancia que podría (nótese bien el podría, por favor) incitar el deseo en la mujer. En pocas palabras, la idea es que, si una no tiene ganas, se toma una pastillita y todos contentos. Algo así como una viagra femenina.
La idea me parece simplemente alucinante. O sea, no tengo ganas y me tomo una pastilla para tenerlas. Y digo yo: me tomo la pastilla... si me da la gana, ¿no? ¿O es que, como existe la pastilla, ahora voy a tener la obligación de corresponder cada vez que mi pareja me requiera? (bueno, ahora no gasto churry, o sea que es poco probable, deo gratias).