jueves, 30 de agosto de 2012

Criadas y señoras, el libro

He escogido la portada de la peli porque es la que me gusta, pero el post de hoy va del libro. No he visto la peli, pero me he cascado el libro en cero coma.

Veréis, ayer, como muchos padres resignados, fui al centro comercial donde encargué los libros del colegio de mi hija a recoger el pedido. Anduve buscando y buscando dónde tenía que recogerlos, porque la señalización era (y me imagino que sigue siendo) penosa.

Por lógica difusa, o infusa, o confusa, pasé por la librería, pensando que una cosa y otra tenía que tener cierta relación. O sea, en la librería venden libros, esa cosa con portadas y páginas en medio, algunas hasta con dibujos y todo. ¿No? Pues no. 

Tuve la suerte, eso sí, de encontrar a un empleado del centro comercial en cuestión atendiendo a una señora y decidí esperar a que estuviera libre para preguntarle dónde cojones atendían a los padres que venían a buscar los libros de texto de sus hijos. Entre tanto, como soy lectora compulsiva y donde haya letras tiendo a descuidar hasta la conversación, miré libros. Obviamente, me compré el libro que da título al post. 

viernes, 27 de julio de 2012

¡Y efectivamente!

La vida tiene algunos momentos en los que uno sólo puede decir, ¡efectivamente! Lo he comprobado. Por supuesto, esa exclamación viene dada por el diálogo interno del emisor. 

Algo así como cuando uno sale del trabajo hecho una puta braga pero contento porque le ha cundido y porque, coño, tiene trabajo, que no es poco con los tiempos que corren, y se sube al coche pensando que llegará a casa, querrá tirarse en el sofá un ratito, quizás mirar la tele (que no verla, que eso duele y es criminal para las neuronas), hacer el amor con el/la churry y echarse entre pecho y espalda un buen par de cervezas bien fresquitas. Eso sería lo ideal, pero somos realistas y el que se sube al coche lo hace pensando que tiene que pararse a comprar en el súper comida para el perro, que el/la chati seguramente también está currando (con suerte) y que por tanto los críos han tenido tiempo y ocasión para liarla parda mientras estaban solos, porque la escuela de verano está muy cara y los canguros, más. 

¡Y efectivamente! (Y piensa: ¿por qué no me vasectomicé, por qué, por qué?).

Llega a casa el susodicho y se encuentra un cristo: los críos emplumados, el perro aterrorizado y escondido en la carbonera, la cocina a medio arder y los coches de la calle bombardeados con los huevos de la nevera con los que contaba para cenar. 

sábado, 2 de junio de 2012

Se siente atacada

Y mucho. Estoy cansada de oír y ver por todas partes propaganda a espuertas. Gente que te dice que no eres lo bastante joven, ni lo bastante bonita, ni lo bastante sana... Y luego los sucesivos gobiernos españoles diciéndome que no soy lo bastante inteligente para quitarlos de en medio... Pero éste es otro tema.

Volvamos al origen. 

Me gusta escuchar la radio y ver la tele como al que más, pero ODIO que en cada pausa publicitaria me bombardeen con publicidad de cosméticos en el que salen súper modelos que NO necesitan esos cosméticos, porque gozan de un cuerpazo por genética. O de un rostro perfecto, o de un cutis ideal, o vaya uno a saber qué. O, en versión únicamente sonora, voces sensuales que te dicen que tu problema son tus propias hormonas porque a partir de determinada edad el cuerpo ya no reacciona como si fueras una adolescente.

jueves, 1 de marzo de 2012

Jodeos, sigo aquí XD

Hola de nuevo. ¿Creíais que me había quedado sin ideas? Pues desengañaos, tenéis toda la razón.

Espera, esto no era así... Empezaré de nuevo.

No me he quedado sin ideas, sólo que mi inspiración anda errática, dando muchos tumbos y tal. ¿Por qué? Porque mi vida es monótona como sólo la vida de alguien aburrido puede serlo. Que no es que yo me aburra, cuidado, es que tengo una vida muy del montón.

No hay novedades, no hay aventuras (Deo gratias), no me pasa nada extraordinario y tampoco tengo tantas burradas que contar. 

Sí tengo una gran noticia, y es que tengo curro, un curro de quince horas semanales y por puro enchufe, lo reconozco, pero curro al fin y al cabo. ¡Es tan emocionante sentirse parte del mundo exterior otra vez!

miércoles, 8 de febrero de 2012

... Tiene un problema...

Si tuviera sólo uno... En fin, que tengo un problema, y un problema serio, muy serio, que quiero comentar con vosotros porque, realmente, necesito sugerencias. De verdad. Llevo días dándole vueltas y ya no sé cómo leches enfocarlo.

Veréis, exceptuando los posts serios, que son los menos, el resto de los posts están ideados para reírnos. Yo lo hago, lo admito, pero yo entiendo mi sentido del humor. Además, a ser posible, intento reírme de mí, aunque sólo sea porque soy lo que tengo más a mano y porque algunos podrían tomarse a mal que me riera de ellos (y le tengo cariño a mi nariz, qué se le va a hacer).

Y, por lo que parece, no le hace gracia a nadie que lo lea. O sea, que no consigo lo que me propongo, que es reírme yo (bueno, eso lo consigo,claro) y hacer pasar un rato agradable a quien se pase por aquí. 

miércoles, 25 de enero de 2012

Igualdad

Eso de lo que tenemos o hemos tenido hasta hace poco un Ministerio. Porque las mujeres queremos tener los mismos derechos y libertades que los hombres y queremos cobrar lo mismo por el mismo trabajo y no nos da la gana que venga cualquiera y, por ser hombre, nos pueda partir la cara porque es nuestro padre, marido, hermano, tío, primo o el grado de parentesco que uno prefiera. Porque queremos que se nos trate con la misma dignidad que ellos dan por sentada y reciben sin que parezca nada del otro jueves. Porque queremos que se nos respete, en pocas palabras, ni más ni menos que a cualquier tío de la calle.

Y luego viene el Ministerio de Igualdad (o el de la Mujer, aún no lo sé del todo) y, como no sabe cómo hacerlo, cae en la sobreprotección paternalista y, en lugar de obtener igualdad, obtenemos lo que se ha dado en llamar discriminación positiva.

Con esta discriminación positiva, ahora resulta que tiene que haber tantos hombres como mujeres en los puestos directivos de las empresas y gobiernos, sin empacho de que unos y otras sean completos inútiles que están ahí para hacer bulto en muchas ocasiones. Porque es políticamente correcto, en suma, aunque sea un dispendio engorroso e innecesario, o aunque nadie crea realmente que esas mujeres van a hacer un buen papel. 

miércoles, 11 de enero de 2012

Año Nuevo...

No voy a terminar el dicho como se suele hacer. Entre otras cosas, no tengo nueva pareja, nueva familia ni nuevo trabajo (y esto último cómo jode). Tengo mi vida de siempre, con mis obligaciones de siempre y con mis sueños, fantasías, pajas mentales y ambiciones de siempre. Y con los problemas de siempre.

¡Ahí va! ¡Tengo miedos nuevos! El miedo de que se me acaben los ingresos que tengo, que son pocos y cobardes y les quedan dos telediarios, y no pueda colaborar lo poco que ya colaboro en la economía doméstica. Hoy por hoy, es lo único que me quita el sueño.

Bueno, eso y la acidez de estómago que se me pone en las tripas cuando me paso una mañana entera dándole a las webs de empleo y no me sale nada y, si me sale, me como los mocos igual porque a nadie se le ocurre llamarme. 

A veces me pregunto si es porque estoy poco preparada, porque lo estoy demasiado (no es coña, me lo han llegado a decir, aunque yo me haya quedado bocas) o porque yo como persona tengo algún fallo que me impide encontrar un empleo (lo de estable vamos a dejarlo para más adelante y lo de bien remunerado en el apartado de ciencia ficción).